29 de diciembre de 2011

Estudiantes de elite



FARO DE VIGO (29/12/2011) [enlace]


Son estudiantes sobresalientes en el sentido literal de la palabra: su media de calificaciones en los cuatro años de la ESO roza el 10. Pero la cosa no se queda ahí. Alberto Salvado, Arturo Irisarri, Miriam Díaz de Caso, Laura Barreiro y Natalia Pérez, todos ellos vigueses, se encuentran entre los veinte mejores alumnos gallegos "sobresalientes" que han sido reconocidos por la Consellería de Educación con un premio de 750 euros al rendimiento académico. En total, 303 estudiantes de toda la comunidad que el curso pasado realizaron el último curso de la ESO cumplieron los requisitos para poder optar al galardón, cuya principal condición es que el menor tenga una media superior o igual a 9 en la ESO y sea propuesto por el equipo docente del centro donde estudia. Éste fue solo el primer paso para poder "participar", ya que los ganadores salieron del resultado de una prueba elaborada por la Consellería de Educación en la que tuvieron que demostrar su competencia social y ciudadana, así como de comunicación lingüística y matemáticas. Un tribunal independiente fue el encargado de evaluarlos. "Asumí el premio como un reconocimiento objetivo a mi esfuerzo, ya que se trató de un examen que se corrigió anónimamente", indica al respecto la viguesa Miriam 
El resultado de todo este proceso para galardonar a la veintena de mejores estudiantes gallegos concluyó con cinco vigueses entre esta élite. De ellos, la que mejor puntuación obtuvo, un 9 alto, fue Laura Barreiro, cuyas características se reproducen en los demás alumnos : una persona organizada, que aprovecha muy bien las horas de estudio y que tiene las mismas aficiones que cualquier otro adolescente €salir con sus amigos, ir al cine o escuchar música. Laura pertenece al grupo de Miriam, aquel que reconoce que estudia prácticamente todos los días pero sin pegarse el gran atracón antes del examen. El otro grupo lo representa Alberto Salvado, Arturo Irisarri y Natalia Pérez, quienes confiesan que se ponen los pilas cuando hay algún control a la vista. 
La mayoría de estos cinco alumnos modélicos no tiene todavía claro qué carrera estudiar, solo Arturo Irisarri no duda de que hará Música. Los demás, o no lo tienen en absoluto definido, como Laura, o dudan entre Ingeniería, Medicina o Arquitectura. Lo que resulta evidente es que ninguno realizará una carrera de letras, ya que ni siquiera han elegido esta modalidad en Bachillerato.